GRAN PREMIO DE RIO 1984
En los años 80, con los turbo en auge, Tyrrell permanecía compitiendo con motores atmosféricos, y creía que su único argumento contra estos monstruos sedientos de gasolina era… darle un rodeo al reglamento.Así lo cuenta Martin Brundle: “Después de Rio 84, se me acercó un tipo y me dijo. Después de tu pitstop había un montón de bolitas de plomo por el pit lane”. Esas bolitas de plomo se introducían en un depósito auxiliar en el último pitstop, para que el coche tuviera el peso mínimo permitido al final de carrera.
Sanción: expulsión del campeonato.
En los años 80, con los turbo en auge, Tyrrell permanecía compitiendo con motores atmosféricos, y creía que su único argumento contra estos monstruos sedientos de gasolina era… darle un rodeo al reglamento.Así lo cuenta Martin Brundle: “Después de Rio 84, se me acercó un tipo y me dijo. Después de tu pitstop había un montón de bolitas de plomo por el pit lane”. Esas bolitas de plomo se introducían en un depósito auxiliar en el último pitstop, para que el coche tuviera el peso mínimo permitido al final de carrera.
Sanción: expulsión del campeonato.
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